miércoles, 18 de noviembre de 2015

HERMANAS DE LA COMUNIDAD DE LA CLINICA SAN CAMILO Y DEL HOGAR CLARA MORGAN



LA COMUNIDAD DEL HOGAR CLARA MORGAN EN PLENO CON LA SUPERIORA PROVINCIAL


POR ORDEN : CAMILA (CORDOBA), ANDREA (SALTA), SOR ADRIANA (MAESTRA DE ASPIRANTE), SUPERIORA PROVINCIAL SOR BIANCA, LUZ (CHACO) Y ROMANELA (ENTRE RIOS)

UNA HERMOSA FAMILIA




NUESTRO SEÑOR NOS REGALA UNA NUEVA VOCACION PARA NUESTRO INSTITUTO

16 DE NOVIEMBRE FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD, INGRESA AL ASPIRANTADO MARIA LUZ.

LA CEREMONIA SE REALIZO EN LA CAPILLA DEL HOGAR MARIA CLARA MORGAN, CELEBRO LA SANTA MISA EL RVDO. PADRE CLAUDIO PULLI Y CONTAMOS CON LA PRESENCIA DE LA SUPERIORA PROVINCIAL SOR BIANCA , HERMANAS DE LA COMUNIDAD DE LA CLINICA SAN CAMILO Y FAMILIARES DE MARIA LUZ Y DE CAMILA.  

NOS UNIMOS A TODOS LOS JOVENES DE VILLA ANGELA , CHACO , DE DONDE ES ORIUNDA MARIA LUZ QUE HOY HAN QUERIDO EN MODO ESPECIAL AGRADECER A DIOS POR EL DON DE SU VOCACION  Y JUNTOS PEDIMOS QUE BENDIGA TODOS SUS DESEOS DE SERLE SIEMPRE FIEL Y  QUE MARIA NUESTRA MADRE LA ACOMPAÑE EN TODO ESTE CAMINO Y BENDIGA MUY ESPECIALMENTE A SU FAMILIA. 















lunes, 16 de noviembre de 2015

16 DE NOVIEMBRE - FIESTA DE NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD


Oh Virgen María, Salud de los enfermos,
que has acompañado a Jesús en el camino del Calvario y has permanecido junto a la cruz en la que moría tu Hijo, participando íntimamente de sus dolores,acoge nuestros sufrimientos y únelos a los de Él, para que las semillas esparcidas sigan produciendo frutos abundantes en los años venideros.Madre misericordiosa, con fe nos volvemos a Ti.Obtennos de tu Hijo el que podamos volver pronto,plenamente restablecidos, a nuestras ocupaciones,para hacernos útiles al prójimo con nuestro trabajo.Mientras tanto, quédate junto a nosotros en el momentode la prueba y ayúdanos a repetir cada día contigo nuestro “sí”,seguros de que Dios sabe sacar de todo mal un bien más grande. Virgen Inmaculada, haz que los frutos sean para nosotros y para nuestros seres queridos,prenda de un renovado empuje en la vida cristiana,para que en la contemplación del Rostro de Cristo Resucitado encontremos la abundancia de la misericordia de Dios y la alegría de una comunión más plena con los hermanos, primicia de la alegría sin fin del Cielo. Amén!  
                                                                                                                     San Juan Pablo II

domingo, 15 de noviembre de 2015

CAPILLA SAN JUAN BAUTISTA, SIGUIENDO LA OBRA DEL MUY QUERIDO "PADRE CASIMIRO"

SANTA MISA EN LA COMUNIDAD ABORIGEN "EL PASTORIL"

NUESTRA SEÑORA DE LA SALUD Y LA FAMILIA CAMILIANA

EL CUADRO POR SUS CARACTERISTICAS, PERTENECE A PRINCIPIOS DEL SIGLO DIECISEIS. ES VEROSIMIL- Y AQUI LA HISTORIA DOCUMENTADA CEDE EL PUESTO A LA TRADICION- QUE EL P. CESAR SIMONIO, M.E., PIDIESE INFORMACION SOBRE LA DEVOTA IMAGEN A LA SEÑORA SETTIMIA DE NOBILI  ( QUE LA TENIA EN UNA HABITACION DE SU CASA). ASI LLEGO A SABER QUE EL PRECIOSO CUADRO ERA OBRA DEL BEATO ANGELICO Y QUE , EN ALGUN MOMENTO LO HABIA TENIDO SAN PIO V (1566-1572), EN SUS HABITACIONES EN EL VATICANO. PARECE NORMAL, LLEGADOS A ESTE PUNTO, PENSAR Y DECIR QUE LA MISMA IMAGEN FUESE AQUELLA DELANTE DE LA CUAL EL SUMO PONTIFICE, ORANDO HABRIA CONOCIDO EL EXITO DE LA VICTORIA DE LEPANTO (7 DE OCTUBRE DE 1571). MEDIANTE ACTO NOTARIAL DE 19 DE FEBRERO DE 1614, LA SEÑORA SETTIMIA DISPUSO QUE, CUANDO MURIERA, PASASE EL CUADRO DE LA VIRGEN CON EL NIÑO JESUS SOBRE EL BRAZO IZQUIERDO A LA IGLESIA DE LA MAGDALENA DE LOS MINISTROS DE LOS ENFERMOS.
EL 25 DE MAYO DE 1616 MORIA LA SEÑORA SETTIMIA ASISTIDA POR EL P. SIMONIO. AL DIA SIGUIENTE , FUE LLEVADO EL CUADRO DE LA VIRGEN A LA IGLESIA DE LA MAGDALENA.
EL P. SIMONIO DIFUNDIO EL CULTO A LA DEVOTA IMAGEN, INVOCANDO A LA VIRGEN COMO AYUDA DE LOS ENFERMOS CON EL RECONFORTANTE TITULO DE SANTA MARIA DE LA SALUD, RELACIONANDOLO CON LA VIRGEN INMACULADA.
LA HISTORIA DEVOCIONAL ESTA LLENA DE INTERVENCIONES EXTRAORDINARIAS DEL CIELO.
SAN CAMILO "DEJO A SUS RELIGIOSOS LA OBLIGACION DE RECURRIR SIEMPRE CON ABSOLUTA CONFIANZA A LA VIRGEN . HIZO DE ELLO UN COMPROMISO ESPECIAL EN LA ASISTENCIA A LOS ENFERMOS, RECORDANDO QUE LA VIRGEN, ASISTIENDO A SU PRIMA ISABEL Y AL DIVINO HIJO JESUS A LOS PIES DE LA CRUZ, NOS HA ENSEÑADO COMO ASISTIR A LOS ENFERMOS Y LOS MORIBUNDOS".  

PREPARATIVOS PARA EL ENCUENTRO DE MATRIMONIOS







lunes, 2 de noviembre de 2015

8 DE NOVIEMBRE - DIA NACIONAL DEL ENFERMO

MENSAJE DEL SANTO PADRE FRANCISCO
CON OCASIÓN DE LA XXIII JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO 2015

Sapientia cordis.«Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies»
(Jb 29,15)

Queridos hermanos y hermanas:
Con ocasión de la XXIII Jornada Mundial de Enfermo, instituida por san Juan Pablo II, me dirijo a vosotros que lleváis el peso de la enfermedad y de diferentes modos estáis unidos a la carne de Cristo sufriente; así como también a vosotros, profesionales y voluntarios en el ámbito sanitario.
El tema de este año nos invita a meditar una expresión del Libro de Job: «Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies» (29,15). Quisiera hacerlo en la perspectiva de la sapientia cordis, la sabiduría del corazón.
1. Esta sabiduría no es un conocimiento teórico, abstracto, fruto de razonamientos. Antes bien, como la describe Santiago en su Carta, es «pura, además pacífica, complaciente, dócil, llena de compasión y buenos frutos, imparcial, sin hipocresía» (3,17). Por tanto, es una actitud infundida por el Espíritu Santo en la mente y en el corazón de quien sabe abrirse al sufrimiento de los hermanos y reconoce en ellos la imagen de Dios. De manera que, hagamos nuestra la invocación del Salmo: «¡A contar nuestros días enséñanos / para que entre la sabiduría en nuestro corazón!» (Sal 90,12). En esta sapientia cordis, que es don de Dios, podemos resumir los frutos de la Jornada Mundial del Enfermo.
2. Sabiduría del corazón es servir al hermano. En el discurso de Job que contiene las palabras «Era yo los ojos del ciego y del cojo los pies», se pone en evidencia la dimensión de servicio a los necesitados de parte de este hombre justo, que goza de cierta autoridad y tiene un puesto de relieve entre los ancianos de la ciudad. Su talla moral se manifiesta en el servicio al pobre que pide ayuda, así como también en el ocuparse del huérfano y de la viuda (vv.12-13).
Cuántos cristianos dan testimonio también hoy, no con las palabras, sino con su vida radicada en una fe genuina, y son «ojos del ciego» y «del cojo los pies». Personas que están junto a los enfermos  que tienen necesidad de una asistencia continuada, de una ayuda para lavarse, para vestirse, para alimentarse. Este servicio, especialmente cuando se prolonga en el tiempo, se puede volver fatigoso y pesado. Es relativamente fácil servir por algunos días, pero es difícil cuidar de una persona durante meses o incluso durante años, incluso cuando ella ya no es capaz de agradecer. Y, sin embargo, ¡qué gran camino de santificación es éste! En esos momentos se puede contar de modo particular con la cercanía del Señor, y se es también un apoyo especial para la misión de la Iglesia.
3. Sabiduría del corazón es estar con el hermano. El tiempo que se pasa junto al enfermo es un tiempo santo. Es alabanza a Dios, que nos conforma a la imagen de su Hijo, el cual «no ha venido para ser servido, sino para servir y a dar su vida como rescate por muchos» (Mt 20,28). Jesús mismo ha dicho: «Yo estoy en medio de vosotros como el que sirve» (Lc 22,27).
Pidamos con fe viva al Espíritu Santo que nos otorgue la gracia de comprender el valor del acompañamiento, con frecuencia silencioso, que nos lleva a dedicar tiempo a estas hermanas y a estos hermanos que, gracias a nuestra cercanía y a nuestro afecto, se sienten más amados y consolados. En cambio, qué gran mentira se esconde tras ciertas expresiones que insisten mucho en la «calidad de vida», para inducir a creer que las vidas gravemente afligidas por enfermedades no serían dignas de ser vividas.
4. Sabiduría del corazón es salir de sí hacia el hermano. A veces nuestro mundo olvida el valor especial del tiempo empleado junto a la cama del enfermo, porque estamos apremiados por la prisa, por el frenesí del hacer, del producir, y nos olvidamos de la dimensión de la gratuidad, del ocuparse, del hacerse cargo del otro. En el fondo, detrás de esta actitud hay frecuencia una fe tibia, que ha olvidado aquella palabra del Señor, que dice: «A mí me lo hicisteis» (Mt 25,40).
Por esto, quisiera recordar una vez más «la absoluta prioridad de la “salida de sí hacia el otro” como uno de los mandamientos principales que fundan toda norma moral y como el signo más claro para discernir acerca del camino de crecimiento espiritual como respuesta a la donación absolutamente gratuita de Dios» (Exhort. ap. Evangelii gaudium, 179). De la misma naturaleza misionera de la Iglesia brotan «la caridad efectiva con el prójimo, la compasión que comprende, asiste y promueve» (ibíd.).
5. Sabiduría del corazón es ser solidarios con el hermano sin juzgarlo. La caridad tiene necesidad de tiempo. Tiempo para curar a los enfermos y tiempo para visitarles. Tiempo para estar junto a ellos, como hicieron los amigos de Job: «Luego se sentaron en el suelo junto a él, durante siete días y siete noches. Y ninguno le dijo una palabra, porque veían que el dolor era muy grande» (Jb2,13). Pero los amigos de Job escondían dentro de sí un juicio negativo sobre él: pensaban que su desventura era el castigo de Dios por una culpa suya. La caridad verdadera, en cambio, es participación que no juzga, que no pretende convertir al otro; es libre de aquella falsa humildad que en el fondo busca la aprobación y se complace del bien hecho.
La experiencia de Job encuentra su respuesta auténtica sólo en la Cruz de Jesús, acto supremo de solidaridad de Dios con nosotros, totalmente gratuito, totalmente misericordioso. Y esta respuesta de amor al drama del dolor humano, especialmente del dolor inocente, permanece para siempre impregnada en el cuerpo de Cristo resucitado, en sus llagas gloriosas, que son escándalo para la fe pero también son verificación de la fe (Cf. Homilía con ocasión de la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II, 27 de abril de 2014).
También cuando la enfermedad, la soledad y la incapacidad predominan sobre nuestra vida de donación, la experiencia del dolor puede ser lugar privilegiado de la transmisión de la gracia y fuente para lograr y reforzar la sapientia cordis. Se comprende así cómo Job, al final de su experiencia, dirigiéndose a Dios puede afirmar: «Yo te conocía sólo de oídas, mas ahora te han visto mis ojos» (42,5). De igual modo, las personas sumidas en el misterio del sufrimiento y del dolor, acogido en la fe, pueden volverse testigos vivientes de una fe que permite habitar el mismo sufrimiento, aunque con su inteligencia el hombre no sea capaz de comprenderlo hasta el fondo.
6. Confío esta Jornada Mundial del Enfermo a la protección materna de María, que ha acogido en su seno y ha generado la Sabiduría encarnada, Jesucristo, nuestro Señor.
Oh María, Sede de la Sabiduría, intercede, como Madre nuestra por todos los enfermos y los que se ocupan de ellos. Haz que en el servicio al prójimo que sufre y a través de la misma experiencia del dolor, podamos acoger y hacer crecer en nosotros la verdadera sabiduría del corazón.
Acompaño esta súplica por todos vosotros con la Bendición Apostólica.
Vaticano, 30 de diciembre de 2014
Memorial de San Francisco Javier
FRANCISCUS